Nuestros corazones latían al unísono desde el día en que nos conocimos, hace siete años, en una reunión de amigos. Desde ese momento, supimos que había algo especial entre nosotros. La conexión era innegable, la risa y la conversación fluyeron sin parar, como si nos hubiéramos conocido durante años.

A pesar de la distancia y el tiempo, nuestro vínculo no se rompió. Hasta que un día, el destino nos llevó a la misma ciudad. Fue entonces cuando decidimos darle una oportunidad a ese sentimiento que había estado latente durante tanto tiempo.

El reencuentro fue mágico. Nuestros ojos se encontraron y todo volvió a ser como en ese primer día. La química entre nosotros era palpable, el amor estaba en el aire. Desde ese momento, supimos que estábamos hechos el uno para el otro.

Y ahora, queremos compartir nuestra felicidad con ustedes. Todos los días juntos son maravillosos y deseamos que nos acompañen en el más importante de todos; nuestra boda. Será un día lleno de alegría, amor y compromiso.

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​Con amor,
“Mariana y Alexander"